Agente de Seguros que fracasó por trabajar sin metas.

Nelly nos comenta: Dejé de ser Agente de Seguros porque mi esposo me lo pidió. Fracasé por trabajar sin metas, cada año en la junta de metas le seguía la corriente al promotor y así nomás. Nunca establecí “mis” metas, eso es lo que haría diferente si regreso.

El comentario me abre la puerta para animar a ti que actualmente eres Agente de Seguros para que consideres dentro de tus propósitos para este año que inicia, incluir mejorar en eso que te propusiste el año anterior y fracasaste. ¿Identificas en qué fracasaste el año anterior?

Pues no, no fracasé en nada.

¡Excelente! Entonces con base en que no fracasaste en nada esto quiere decir que cumpliste todos tus propósitos, eso es maravilloso, qué bien que rebasaste todas tus metas, es estupendo que lograste cumplir con todos tus objetivos, te debes de sentir realizado pues alcanzaste todos tus retos. ¡FELICIDADES!

Tampoco es para tanto, no exactamente, no cumplí todos mis propósito, no rebasé todas mis metas, no cumplí todos los objetivos, no superé todos los retos.

Y ¿cómo le llamas a eso?

Pues que fue un año no tan malo, no todo salió mal.

Aclarando y amanece. Vamos aclarando los términos para hablar el mismo idioma, a lo que salió bien se le llama éxito y a lo que salió mal ¿cómo se le llama?

¿Cómo vas a corregir el problema si no identificas primero cuál es el problema? De la misma manera en que un prospecto compra porque admite y quiere solucionar su problema, tú debes primero aceptar que tienes un problema para proceder, si quieres solucionarlo, a buscar la solución del mismo. No tiene caso seguir avanzando “así nomás” pues como Nelly no sabes si vas en la dirección correcta.

Recuerdas la definición de locura de Einstein: Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. De modo que si este año sigues haciendo lo mismo que el año anterior, el resultado que se va a obtener es otra vez lo mismo, sería una locura esperar un resultado diferente haciendo lo mismo. Einstein nos dice que si quieres un resultado diferente “algo” debes de hacer diferente, así que ¿qué vas a cambiar?, ¿cuál es el problema?, ¿en qué fracasaste? No tiene caso cambiar donde no necesitas cambiar o no cambiar nada esto es pior (peor que por).

Pero por qué llamarlo fracaso, simplemente no salió como se esperaba, eso no es fracaso.
Fracaso un resultado adverso, fracaso es lo opuesto a éxito. Claro está que si no planteaste una meta pues no fracasaste pues no esperabas nada, es como Alicia en el país de las maravillas cuando se encuentra con el gato Chester y Alicia le pregunta ¿cuáles el camino a seguir? a lo que Chester responde que el camino a seguir es el que conduce al lugar que se quiere llegar pero Alicia replica que no le importa el lugar, por lo que Chester dijo que si era así, tampoco importa el camino, todos los caminos son correctos si no hay un lugar a donde se quiere llegar. Esto es precisamente trabajar sin metas, la ventaja sin mortificación la desventaja sin motivación, sin sentimiento de reto ni de logro menos aún de satisfacción.

Una forma de evitar el fracaso es no plantear éxito alguno, es una actitud mediocre y conformista. El Papa Francisco en Twitter escribió el 24 de diciembre del 2013: Vale más fracasar por intentar un triunfo, que dejar de triunfar por temor a un fracaso.

No tiene nada de malo fracasar, lo malo es dejar de intentar. Tenemos una muy mala asociación con el fracaso y tal vez esto es lo que nos impide avanzar hacia el éxito.

Al manejar cuando llegamos a una intersección ¿qué caso no volteamos primero para donde no queremos ir y así tomar la dirección correcta? Si bien hacemos esto, de mirar primero para donde no queremos ir, para evitar colisionar con un vehículo, también nos garantiza que tomaremos el camino o sentido adecuado.

Estamos tan inmersos en la cultura del éxito que no consideramos el fracaso como algo no digo bueno sino incluso necesario. Tomar esta dirección será un fracaso pues es en sentido contrario, fracaso ergo sentido contrario y éxito entonces sentido correcto.

No puedes corregir la dirección a menos que aceptes que vas en sentido contrario, no puedes mejorar a menos que admitas que no obtuviste el resultado esperado, que fue un fracaso y una vez admitido como un resultado no satisfactorio, como un no éxito, como un fracaso, es entonces cuando te facultas a ti mismo, te das permiso, te abres a la posibilidad de cambiar, si no es así no habrá cambio, es por ello que considero necesario calificarlo de malo, de fracaso, de no bueno para poder cambiar.

Con base en lo anterior determina primero en qué fracasaste, en qué no lograste el éxito, para incluirlo dentro de tus propósitos (metas) para este nuevo año si es que te interesa llegar a tener éxito en esa meta. Repito sólo si te interesa tener éxito en esa meta, te interesa tu propia meta.

Tomemos el fracaso como lo que es, un resultado, eso es todo, es un resultado que calificamos como no satisfactorio, y el error sería la parálisis, esto es dejar de intentar. Es necesario calificarlo como malo, no satisfactorio, reprobable, rechazo, fracaso, para poder proceder a corregir. Si no lo admitimos como malo no nos estamos facultando a nosotros mismos para cambiar. Esto es un auto-sabotaje donde nada está mal. Tampoco bien, pero tenemos el conformismo de que no está mal y así nos estancamos, nos paralizamos en el camino al éxito.

Intentemos el triunfo, no le tengamos temor al fracaso, si no logramos el éxito tomemos el fracaso por el valor de una lección para aprender a no volver a hacer eso y rectificar nuestro proceder.

Al plantear los propósitos para este 2015 realiza un examen y califica, como se hace en un examen al calificar, lo que fue bueno, satisfactorio o éxito para repetirlo y que lo que salió mal, no satisfactorio o fracaso para corregirlo.

No se puede enderezar lo que ya está derecho, no se puede rectificar lo que ya está correcto, es necesario auto-calificar ese resultado que no te gustó así tal cual, como no satisfactorio, no bueno, malo, fracaso para que pueda entonces abrirse el paso a mejorable, corregible e identificar lo que queremos que suceda, ese éxito que esperamos obtener. Nuestro propio éxito.

Si no te duele, no está mal. Lo que para uno puede ser éxito para otro puede ser fracaso, es subjetivo, depende de cada quién.

No vas a mejorar en eso que calificas como aceptable. Si tu desempeño en el año anterior lo calificas como bueno o aceptable, consideras entonces que obtuviste el resultado esperado así que, no vas a cambiar, puesto que si lo calificas como éxito no lo consideras un fracaso. Así que está bien, por tanto nada cambia, sigues haciendo lo mismo y obteniendo precisamente lo mismo.

Tal vez el problema es que, como le sucedió a Nelly, como no estableciste una meta, un sueño, ningún anhelo, nada que desearas obtener, el resultado no es malo, tampoco bueno, es un resultado sin calificación. Esto tiene un nombre, se le llama preservar el status quo, entiéndase conformismo, está bien si ese eres tú, si te identificas con ese resultado, si te sientes satisfecho, alegre, feliz con el resultado obtenido.

Éxito es tener lo que se quiere y felicidad es querer lo que se tiene. Al establecer una meta, un propósito es necesario determinar que lo que se tiene, no es lo que se quiere, y que lo que se quiere, no es lo que se tiene, por tanto falta avanzar, camino al éxito, para obtener eso (meta) que no es lo que actualmente se tiene y será un éxito alcanzar ese objetivo, esa meta, ese anhelo, ese sueño, ese propósito que se desea lograr.

Cada trimestre, cada mes, cada semana califica el avance, si está bien, es bueno sigue adelante pues vas en el camino del éxito, si no es así, está mal, no es lo esperado, es un fracaso, rectifica, corrige y vuelve a intentarlo con esa modificación, con esa corrección. Mantente dentro del sendero del éxito y seguramente lograras la meta propuesta.


¿Por qué es esto necesario para crecer? Porque es ante la adversidad, ante el reto como se crece. Venciendo la inercia, superando el obstáculo es como se forja uno a sí mismo, no es ante la complacencia como se forman campeones, es ante la exigencia auto impuesta que se mejora uno a sí mismo y viene entonces ese sentimiento de logro, de vencer la adversidad, de superar el obstáculo, sensación de logro de éxito de realización.

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